En un muro de Madrid, han nacido un centenar de hojas de papel. Uno de los primeros días de sol sin frío del invierno, las chicas de Womart y yo nos reunimos para crear murales por la ciudad y, se me ocurrió esta idea vegetal para mostrar que es posible un wall art distinto.
Con trazos de acrílico y hojas de cartulina recortadas, la grieta se abrió hueco entre la rugosidad de la pared. Algunas hojas caídas y vegetación del parque pasaron también a formar parte de la composición que, duró menos de 24h disponible al público.
Una nueva obra efímera para mostrar cómo la fuerza de la naturaleza se abre paso a su antojo en los lugares más inhóspitos.
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